¡¡El cumple de Brenny!! (¡¡Brenny!! + Todos!! xD)

Hoy nada más despertarme cogí el iPhone, esperaba tener algún mensaje que otro pero no había nada, entonces entré en ascodevida.com y escribí un adv que decía "Hoy es mi cumpleaños. El único que me ha felicitado ha sido el iPhone." Después de esto hice lo de todas las mañanas, desayunar, vestirme, peinarme... blablabla.

-*Back to the street where we began, Feeling as good as lovers can, you know..* - dejé sonar mi móvil, me encanta escucharme, canto tan bien..

Era Violeta, quería que me pase por su habitación.. Hmm... ¿Sería algo bueno o simplemente me quería violar por mi cumpleaños? Ojalá sea lo segundo.. Hehehe. Mientras iba de camino a su habitación me estaba comiendo la cabeza.. ¿Se acordará de que hoy es mi cumpleaños? Nah, no creo, y los demás tampoco saben nada. Mejor... ¿Brendon, en serio que es mejor? Lo flipas.

Y allí estaba, delante de la puerta de Violeta, con el corazón atacado. "Brendon, debes tranquilizarte, que tampoco es para tanto" me decía una y otra vez.

-*knoc knoc knoc* Violeta *knoc knoc knoc* Violeta, soy yo: Brenny...

Salío Violeta a abrirme la puerta y todo parecía estar en normalidad. Jo, debería pensar menos. Entré y me sente en una silla que había ahí.
¿Qué no podía abrir el bote de café? Hm.. eso olía raro, y no precisamente a café...

-¿Me has hecho venir para abrirte un bote de café? A eso se le llama "utilizar a una persona", que lo sepas -bromeé y busqué por la habitación el bote con la mirada.

Fdr: Bien, y ahora vuelven a ser las 10 de la mañana, no hay música y estamos los dos solitos xDDD

Cerré la puerta después de que Brendon pasara. Mientras se sentaba en la silla me acerqué al mueble bar. Me encontraba de espaldas a él cuando buscaba un mechero entre los cajones.
-Pues, supongo que no está mal que me aproveche de tener un amigo tan guaaapo y fuerteee, para que me ayude a lo que haga falta -bromeé rebuscando en la nevera.
Tenía preparado una enorme magdalena cubierta de viruta de colores, de las favoritas de Brenny. Coloqué con rapidez la velita que había metido antes y la encendí. Cogí el platito en el que estaba la magdalena, me levanté con una amplia sonrisa y cerré la mininevera cuidadosamente con el talón.
Me acerqué hasta él, puse ante su rostro la magdalena, con la indecisa llama de la vela iluminando sus ojos marrones.
-Felicidades, Brendon.
Y en ese mágico momento, estando nuestras caras iluminadas por la pequeña vela en la soledad de mi habitación..., alguien aporreó la puerta. Giré rápidamente la cabeza en esa dirección y maldije por lo bajo. Esperé unos segundos, por si la persona al otro lado se iba, pero una estridente y amenazante voz me dió a entender que no se iría como tal cosa... era Axel. Le dí la magdalena a Brendon con fastidio y fui a abrir la puerta con decisión.
-¿Qué mierda quieres ahora? -solté sin pensármelo demasiado, pero sin remordimientos.

Cuando supuestamente Violeta tenia que volver con el bote de café volvió con una magdalena de virutas de colores, de esas que tanto me gustan y con una velita encedida en ella. ¡Se había acordado!
Se acercó, mucho. Solo nos separaba la magdalena, una pequeña parte de mi cerebro decía <<Hoy mojas, hoy mojas, hoy mojas... y no con cualquiera" hice que se callara y me concentré en ella. Es tan bonita ella.

-No imaginé que lo recodarías.. -susurré.

Me disponía a soplar la vela para quitar la magdalena de el medio, que evidentemente estorababa, cuando llamaron a la puerta. Esperamos unos segundos en silencio pero un poco más y echan la puerta abajo. Era Axel, como siempre en el mejor momento. Y Cristhel por detrás. Geeenial. Habéis jodido el mejor momento. Encuanto entro sin permiso a la habitación me levanté y me puse delante de él. Hoy me los había tocando muy bien tocados.

-No hay ningun puñetero reproducctor de CD's, pedazo de gilipollas. Deberías dejar de meterte rayas de todo lo que pillas, subnormal -grité a Axel en toda su cara.

Después Cristhel se asomó y me saludó pero pasé de ella, no estaba de humor.

-Cristhel, deberías sacar este gilipollas de aquí -gruñí matando a Axel con la mirada.

Menudo subnormal. Violeta lo acabó echando y nos quedamos solos otra vez. Me giré pasándome una mano por pelo y la otra en la cadera.

-No debería haber saltado tan rápido, pero es que le tengo ganas...

Me volví a sentar en la misma silla, resoplé y me llevé las manos a la cara. Esto es una mierda.. ¡Qué hoy iba a mojar! Agh. Bah, luego me cabreo, había que recuperar el ambiente asi que cambié el chip e intente ser un poco ... romántico. Cogí la magdalena, que estaba aún con la vela encendida, y me acerqué a ella.

-¿Me harías el favor de soplar por mí? -le dije con mi sonrisa traviesa, estaba pensando en quitar la magdalena del medio y besar a Violeta.

Cuando por fin había conseguido el jodido y ansiado beso alguien va y chilla. ¡¡JODER!! ¿Es un complot contra mí? ¿No quieren que mojen hoy? Que hoy es un día especial, necesito un polvo con una tía buena.

-¿Y ahora qué?... - susurré molesto, me dirigí a la puerta y la abrí, y con un gesto con la mano indiqué a Violeta que pasara-. Anda, vamos..

Y allí estaba el gilipollas de Axel tirado en el suelo con una brecha en la cabeza y la pobre de Cristhel horrorizada. Hoy no era mi día.